En el caso de los segundos hijos los celos, si se muestran, lo hacen en menor medida ya que ellos siempre han tenido que compartir a sus padres y lo han ido aceptando poco a poco. Hay que tener cuidado porque los segundos o terceros hijos no están “inmunizados” contra los celos y esto puede traer consecuencias como trastornos de conducta, poco apetito, irregularidades en el sueño, etc.
También son razones de celos en los segundos hijos el hecho de ocuparse menos de él por creer que “el segundo ya crece solito” o de preferir al mayor por ser el primer hijo, nieto o sobrino de la familia, encontrando falto de interés al segundo.
Otro aspecto a tener en cuenta cuando se tiene más de un hijo, son las comparaciones. Hay que evitar en todo momento comparar al segundo con el mayor, lo cual se hace inconscientemente muchas veces. Otra desventaja que perciben estos niños es que heredan la ropa, libros del colegio o los juguetes de los hermanos mayores, impidiéndoles así estrenar ellos algo. Por eso, sería bueno que además de aprovechar lo que pueda servir de un niño a otro, permitir de vez en cuando que el pequeño estrene algo.
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