¡Buenos días, familias!

Como ya sabéis en el colegio estamos llevando a cabo un proyecto desde el Departamento de Orientación para guiaros en vuestra labor como padres.

El pasado jueves, en nuestra primera reunión de la escuela de padres, comentásteis vuestro interés por conocer más sobre unos temas concretos, de ahí que hayamos creado este blog. Estos temas están relacionados, mayoritariamente, con la conducta de nuestros niños y con posibles situaciones que pueden afectar a los niños.
Cada entrada está planteada de manera que haya una breve explicación más teórica de la situación y otra parte en la que se proporcionan unas pautas orientativas.

Queremos dejar claro que cada niño y cada situación es diferente, por lo tanto, no se pueden tomar como si fueran “recetas mágicas” aplicables a todos.

Si consideráis que tenéis preguntas o algo no os queda claro, no dudéis en poneros en contacto con nosotras.
Estamos a vuestra disposición tanto en el despacho del colegio los miércoles y viernes de 11 a 13 horas, así como en nuestro correo electrónico (coleorientacion@gmail.com). Además, no dudéis en manifestar vuestras inquietudes en los comentarios del blog para que, entre todos, nos podamos ayudar.

Ya para despedirnos, recordar que cada dos semanas hacemos escuela de padres los jueves de 17.30 a 18.30 en el salón de actos.


Animaos a participar, ¡será divertido!

domingo, 31 de octubre de 2010

Hábitos para dormir

Los problemas de conducta a la hora de dormir son sin duda un motivo de infelicidad y cuando no se resuelven y se prolongan en el tiempo, son causa de alteraciones importantes en el clima familiar.
Los problemas a la hora de dormir pueden ser rechazo a ir a la cama a la hora fijada, llamar a los padres desde la cama o ir a la cama de los padres.

El sueño está regulado biológicamente. Sin embargo, los padres desde muy temprano debemos inculcar rutinas para adquirir hábitos correctos de sueño a nuestros niños y ser conscientes en su aplicación. Hay que consolidar una rutina que dé seguridad al niño.

Es importante a la hora de enseñar a dormir bien a nuestros hijos el adoptar una actitud permisiva hacia los rituales de adormecimiento del niño (juguetes, luces piloto, puertas abiertas, etc.), que son necesarios para evitar sus naturales temores infantiles.

También es necesario no escatimar nuestra compañía, acostarle y quedarse junto a él, charlar con él un poco o leerle un cuento, pero… y esto es muy importante: hay que advertirle que nos iremos al cabo de un rato. Por ejemplo, cuando la manecilla del reloj haya llegado a tal sitio y nos vamos antes de que se duerma porque si se ha quedado dormido y no se entera de nuestra partida, cuando se despierte volverá a reclamar nuestra presencia. Es bueno turnarse, una vez el padre y otra la madre, de manera que el niño no establezca preferencias.

Debemos animarle a que intente dormir solo y premiarle sus progresos. Pero, seamos intransigentes en sus demandas y exigencias nocturnas que tiranizan reclamando continuamente (“¡Aguaaaaaaa!”, “Pipííííí”), que de hacerles caso se irán multiplicando. Y procuremos no rendirnos y permitir que duerma en nuestra cama, lo cual puede terminar constituyendo una dificultad en la propia relación de pareja.

No es recomendable utilizar la indicación de mandar al hijo a la cama como un castigo, ya que entonces el niño la verá como tal.

Por último, hay que tener clara la diferencia entre la hora de acostarse, que la podemos imponer como padres, y la hora de dormir, que será cuando el niño esté cansado y le venza el sueño, que no será siempre la misma hora, pero, eso sí: se acostará a la misma hora. Dentro de su cama puede hacer lo que quiera. Lo único que no puede hacer es levantarse de la cama. Le estamos creando el hábito de dormir bien.


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